No sin mi vino...

Buenas,

YA TENEMOS LAS INVITACIONES!! Con sus sobres y todo!!!

Ahora la siguiente fase de esta quimera, celebración... la prueba final, el gran desafío... Esa característica que parece fundamental en que la celebración sea solemne, como si los invitados fueran la asociación de someliers Nacional y no nuestros amigos dispuestos a pasar un buen rato...

Conseguiremos que haya en el menú un vino que nos guste? mmmmm La cosa pinta difícil, porque seremos pobres, pero mal gusto no tenemos... Así que a ver qué posibilidades nos ofrecen. Tanto en precios como en calidades y marcas. Así por lo pronto, ya nos han dicho bien clarito en el restaurante que no tienen de la marca que nos gusta a nosotros, y que nos enseñarán la bodega a ver qué escogemos.

Preguntamos todo lo que queríamos preguntar, tomaron nota y la cosa quedó en espera.

Nos dijeron que mirarían si estaba el vino que queríamos y si lo podían conseguir, pero me da a mi que va a estar complicado. Por si acaso en la última visita al feudo de la novia ya dejamos una botella del vino que anuncian en el menú para la boda y no mata mucho... así que tendremos que hablar más seriamente pasado el verano.

p.d. Sobre las bebidas... marcas del supermercado, nada Premium por ahora. Seguimos investigando.